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Mostrando las entradas de abril, 2014

Gabo entre amigos

Muere García Márquez y con él muere toda una tradición de parrandas y literatura, de cigarros, tabacos, ron, lecturas y locuras. Ya se habían ido Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas, Álvaro Cepeda Samudio; y los dos infaltables maestros Ramón Vinyes (El Sabio Catalán) y José Félix Fuenmayor. Todos ellos encarnaron el grupo de Barranquilla; literatos y borrachos, visitantes asiduos de libros y bares. Ahora en algún lugar estarán reunidos nuevamente, planeando nuevos proyectos descabellados como revistas, películas y cuentos inverosímiles. Pero donde quiera que estén reunidos en una Cueva celestial, la parranda será mucho mejor y más escandalosa, porque ya también podrán contar con otros amigos queridos que habían partido con anterioridad: William Faulkner, Ernest Hemingway, Virginia Woolf, entre otros. Como en una ocasión le dijera El Sabio Catalán a García Márquez, “no se preocupe, Gabito. Si Faulkner estuviera en Barranquilla estaría en esta mesa”. De la muerte de mi amigo García Má

El artista en el trabajo

Hoy terminé de leer Jonás o el artista en el trabajo de Albert Camus. Un buen cuento. Un retrato sobre la vida de un pintor, desde el inicio de su prometedora carrera hasta su solitario ocaso, su lienzo en blanco. Algunos pasajes fueron de alguna manera como una cachetada en la mejilla, porque en algunos aspectos me contemplé a mí mismo, o contemplé a alguno de los que he sido y he llegado a conocer tan bien. La visión que tengo del artista ha cambiado mucho a través de los días. Por mucho tiempo fue Van Gogh mi artista favorito. Por muchas cosas. Por su dedicación al arte, por sus fantasmas, por su manera de vestir, por su talento: tanto para dibujar, como para pintar, como para escribir; por su sensibilidad, por su pobreza, por su locura, por su oreja. También podría hablar de un Beethoven. O de un Rilke. Las cartas a un joven poeta también fueron una revelación en su momento, y en muchos aspectos incluso hoy lo siguen siendo. Sin embargo, ahora no tengo una imagen muy clara de

Te leeré como un buen libro

Te leeré como un buen libro. Escalaré por el inicio, Llegaré hasta tu nudo, Y me desenlazaré en tu desenlace. Como un buen libro, subrayaré tus pensamientos importantes. Cada idea que lea, aumentará mi caudal. Escribiré en tus márgenes mis acuerdos y desacuerdos. Como un buen libro, me inspirarás un sueño, Un viaje, una aventura, una idea, una ilusión. Como un buen libro, antes era uno, página a página soy otro. Como un buen libro, citaré tus dientes en el café. Mientras me vista en la mañana, citaré tu cigarrillo. Citaré la idea que da vueltas, Rueda que rueda en mí. Es posible que vaya a otros libros, Que me pierda en otros autores, Pero como un buen libro, volveré a ti. Como un buen libro, te leeré una y otra vez. La primera vez será un recorrido por tus hojas, Sin detenerme a esperar una brisa. Luego volveré. Habrá la lectura de tu nariz, Habrá la lectura de tu palma. Habrá la lectura de tu ombligo. Habrá la lectura de tu lom