¿Será que escribir es una vergüenza?
¿Será que escribir es una vergüenza? Hace poco me formulé esta pregunta al detener mis ojos sobre algunas líneas viejas. Con cada letra que transitaba por mis ojos una holeada de vergüenza me descubría. Finalmente decidí detener la lectura, cerrando los ojos. Y es que da dificultad volver a leer algo que uno escribió mucho tiempo atrás. Desde luego todo cambia, y el lector actual no es el mismo que el escritor que escribió esas líneas. Entonces, por qué continúa la vergüenza, por qué la pena ajena. Desde luego la pena tiene muchos rostros; uno se debe sin duda al pensar en los lugares equívocos de las comas y los puntos, o los nunca aprehensibles puntos y coma y dos puntos. Pero eso es solo el principio de la pena. No es una pena que mata, no es una pena de cadena perpetua. Parece que el grueso de la vergüenza fuera con nuestros homónimos del pasado, acaso es que censuramos su pensar o su sentir; o acaso es que su prosa llega en el tiempo a nosotros y nos descubre lo farsante que somos