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Mostrando las entradas de octubre, 2011

Huecos

Ahora leo tres veces en el día: en la mañana, al mediodía y en la noche. El tiempo es corto; apenas abro una página y ya estoy cerrando el libro. El tiempo para digerir, que es incluso más importante que el tiempo para leer, también escasea. En la mañana leo una hora, antes de irme para el trabajo. En el mediodía leo 45 minutos, antes de almorzar. La noche es más variable, aparte de ser más hermosa. Aunque la mañana de la que yo hablo es igualmente hermosa, oscura y misteriosa. En la noche leo entre treinta minutos y una hora. Ahora más que nunca he tenido grandes deseos de ahondar en las matemáticas. Especialmente en la teoría de Cantor y Kurt Godel. Quiero demostrar, quiero coger unos cuantos axiomas y llegar al teorema. Quiero partir de una demostración y llegar a un poema. He estado leyendo básicamente literatura, sin embargo. También estoy leyendo la Biblia. Con proyecto de leer los cuentos completos de Borges, Los hermanos Karamazov, La montaña mágica, algo sobre Van Gogh y todo

Girasoles en el camino

Tras los matorrales de un camino que se bifurca y cerca de una valla publicitaria de un político cuyo nombre he olvidado, decidimos esconder los girasoles. De regreso, esperábamos poder recogerlos intactos. Para un caminante desapercibido, los girasoles eran invisibles. Pero el problema eran aquellos de ojos despabilados que ven lo que otros no; personas con el don del detalle: sí, esas personas, sin duda alguna, notarían el color amarillo traslapado por el verde. Y era posible entonces que al regreso no encontráramos los girasoles. Muchas personas van a Santa Elena en busca de hongos, de aventuras, de vuelo, de frío, de un café; pero también hay muchas personas que van a Santa Elena en busca de flores. Pues bien, muchas personas se sentirían bendecidas al descubrir que tres girasoles florecieron entre la mala hierba. Sin duda alguna, no rechazarían un milagro de naturaleza tal. Los girasoles los trajo Patricia como regalo para Katia. Llegó con ellos y con un vestido blanco. Katia se p