Huecos

Ahora leo tres veces en el día: en la mañana, al mediodía y en la noche. El tiempo es corto; apenas abro una página y ya estoy cerrando el libro. El tiempo para digerir, que es incluso más importante que el tiempo para leer, también escasea. En la mañana leo una hora, antes de irme para el trabajo. En el mediodía leo 45 minutos, antes de almorzar. La noche es más variable, aparte de ser más hermosa. Aunque la mañana de la que yo hablo es igualmente hermosa, oscura y misteriosa. En la noche leo entre treinta minutos y una hora.

Ahora más que nunca he tenido grandes deseos de ahondar en las matemáticas. Especialmente en la teoría de Cantor y Kurt Godel. Quiero demostrar, quiero coger unos cuantos axiomas y llegar al teorema. Quiero partir de una demostración y llegar a un poema.

He estado leyendo básicamente literatura, sin embargo. También estoy leyendo la Biblia. Con proyecto de leer los cuentos completos de Borges, Los hermanos Karamazov, La montaña mágica, algo sobre Van Gogh y todo lo que haya escrito Kafka. También hay muchos deseos de releer el Quijote.

Felipo Zaná

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