Diario de viaje – Día 7 – Un sueño chileno
Nos despertamos tarde. Un poco cansados. Sin ganas de hacer muchas cosas. Hacer pereza como cualquier chileno un día normal. Y es que cuando se viaja, siempre se tienen en mente lugares nuevos por conocer. Es usual llevar una libreta con una lista de sitios, que se van chuleando mientras el viaje va llegando a su fin. Pero también hace falta la tranquilidad en el viaje, no tener preocupaciones; pues el prurito de conocer se puede transformar en una preocupación, si el cuerpo pide descanso. Preocupándose por lo que sucede en la vigilia, uno a veces se olvida del mágico mundo de los sueños. Quizás los sueños chilenos traigan algo nuevo y diferente que los sueños colombianos; ya sea en su forma, aspecto, narrativa, locura. Ese día, sin embargo, no soñé. Apenas desperté le eché una ojeada a la biblioteca de Delia, me puse a leer algunas páginas de Kafka. Seguramente nunca conoceré el lugar de nacimiento de ese escritor, pero bien podía probar a qué sabía su lectura en la tierra de N