Hay mujeres como libros
No quisiera ver a las mujeres como rosas o lilas, margaritas o amapolas, sino como libros. Tienen hojas y nos cuentan historias. Hay mujeres como “La hojarasca”, que la primera vez que llegamos a ella, la menospreciamos por su sencillez y candidez, sin embargo, una imagen nos queda. En la hojarasca fue esa imagen en donde al doctor le preguntan qué desea de comer, y él responde que hierba. La demás gente no entiende y pide explicaciones, el doctor da más claridad: «Hierba común, señora. De esa que comen los burros». Y esa imagen a través del tiempo va tomando fuerza, se hace más potente, y llega un momento en que la deseamos con tanta intensidad que vamos a una segunda lectura, y ahora esa sencillez y candidez que antes despreciamos es la que nos enamora. Hay mujeres como “El Quijote” que tienen tanta fama de ser obras maestras, y cuando las conocemos, efectivamente son obras maestras. Hay mujeres como “La divina comedia” que tienen también fama de ser obras maestras, pero cuando las c