Voces

En el trabajo no me doy cuenta cuando llueve. ¡Tan alejado estoy de la naturaleza! Luego de una extensa jornada laboral, salgo a la calle y encuentro las piedras y las aceras empapadas, árboles en el suelo, casas destruidas, y el río que en su crecida se ha llevado todo.

Alguien me ha dicho que afuera en el mundo suceden cosas maravillosas: de noche aparecen estrellas en el cielo, son luminosas y hermosas; de día una esfera gigante llamada sol se posa sobre las cabezas de los hombres y es de color amarillo. Hay lugares inmensos llenos de libros, desde Homero hasta un pan salido del horno.

Todas esas cosas no me las cuentan mis compañeros de trabajo (ellos también están dentro); son voces que escucho en mi cabeza, voces que hacen corrillo y hablan de otras posibilidades, otros mundos.

Felipo Zaná

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