Sobre los métodos fáciles y rápidos

Hace poco, mientras escuchaba un video de Hadar English, ella respondió una pregunta sobre cuánto tiempo tenía que estudiar una persona para poder aprender inglés. Su respuesta fue sincera y demoledora: toda una vida. 

Toda una vida. Así de simple. Y es que no se puede confiar en el método fácil de tres meses o de dos semanas. El inglés es una torre que se va construyendo ladrillo a ladrillo durante toda una vida.

Pensé que las cosas importantes en la vida son así: empresas inalcanzables que, sin embargo, les endosamos todas nuestras energías. Y para acometer una empresa de tales magnitudes lo principal es el amor. Se necesita mucho amor: primero, por la cúspide de la torre, por ese lugar al que se quiere llegar algún día; segundo, por el oficio, amor por pegar cada ladrillo uno tras otro durante toda una vida. Amor por la meta, amor por el camino. Quienes abandonan, simplemente no saben amar.

En mi caso, lo vivo con la escritura. Tantos años escribiendo, tantos años de dedicación; sin embargo, miro hacia abajo y aún veo el suelo, aún estoy cerca de donde empecé. Por el contrario, miro hacia arriba, y mi vista se pierde en el cielo infinito. Continúo. Letra a letra voy subiendo, pensando en que algún día estaré lo suficientemente alto para ser tocado por Dios.

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