Entradas

Mostrando las entradas de 2013

Propósitos para el año 2014

Que no falten los propósitos para el año nuevo. 2014, ya escucho tus pisadas, estás tan solo a la vuelta de la esquina. ¿Qué desplegarás? Todo lo que involucra el futuro tiene su grado de incertidumbre, su probabilidad de materializarse; por eso nadie tiene la última palabra, ni siquiera el demonio de Laplace; hay un aleteo de mariposa en el aire, que luego se superpone a otro. Sin embargo, contra las fuerzas del destino, contra el aleteo de la mariposa, solo queda exponer la voluntad y la esperanza. Hago aquí una lista de cosas que quiero leer, ver o escuchar en el 2014. Quizás se cumplan, quizás no. Para el 2014, pienso ahondar en la obra del escritor Albert Camus, para lo cual me gustaría leer un buen número de sus libros. Pienso en las siguientes: La muerte feliz El extranjero La peste La caída El exilio y el reino Calígula El mito de Sísifo El hombre rebelde Como lecturas varias, dispersas, quisiera leer: Los hermanos Karamazov 1984 La prisionera La fugitiva

Página del desasosiego

"El patrón Vasques. Me invade, muchas veces, inexplicablemente, la hipnosis del patrón Vasques. ¿Qué es para mí ese hombre, salvo el obstáculo ocasional de ser el dueño de mis horas, en un tiempo diurno de mi vida? Me trata bien, me habla con amabilidad, excepto en los momentos bruscos de preocupación desconocida en que no habla bien a nadie. Sí, pero ¿por qué me preocupa? ¿Es un símbolo? ¿Una razón? ¿Qué es? El patrón Vasques. Lo recuerdo ya en el futuro con la saudade que sé que habré de sentir entonces. Estaré tranquilo en una casa pequeña en los alrededores de algo, disfrutando de un sosiego en el que no realizaré la obra que ahora no realizo, y buscaré, para seguir sin haberla realizado, disculpas diferentes de aquellas con las que hoy me disculpo. O estaré internado en un asilo de beneficencia, feliz por la derrota absoluta, mezclado con la gentuza de los que se creyeron genios y no fueron más que mendigos con sueños, y junto a la masa anónima de los que no tuvieron poder p

Ulises

¿Luego de leer la tan reconocida novela Ulises del autor irlandés James Joyce, cuál fue la sensación que quedó grabada en el alma de Felipo Zaná? Quedó la sensación del deber cumplido. ¿Aprendió algo valioso de semejante obra? La verdad, Felipo Zaná es lento en materia de aprendizaje. Será el futuro quien dirá si aprendió o no algo de valor. ¿Por ventura hubo algún pasaje de la novela que lo dejara perplejo, sorprendido, es decir, sin aliento? Francamente no; en ningún momento experimentó lo que llegó a sentir con Cien años de soledad o con el Castillo o con Al faro o con la juguetona Alicia. ¿Hubo momentos en que pensó que sucumbiría entre las páginas de tan colosal libro? Ciertamente los hubo. ¿A razón de qué finalizó el libro? Por la riqueza técnica de la obra. Esperaba aprender uno que otro truco literario. ¿Para cuándo podríamos verificar si llegó a aprender algún truco? En verdad os digo que no todo es verificable. Hay muchas cosas que escapan al

Diario de viaje – Día 7 – Un sueño chileno

Nos despertamos tarde. Un poco cansados. Sin ganas de hacer muchas cosas. Hacer pereza como cualquier chileno un día normal. Y es que cuando se viaja, siempre se tienen en mente lugares nuevos por conocer. Es usual llevar una libreta con una lista de sitios, que se van chuleando mientras el viaje va llegando a su fin. Pero también hace falta la tranquilidad en el viaje, no tener preocupaciones; pues el prurito de conocer se puede transformar en una preocupación, si el cuerpo pide descanso. Preocupándose por lo que sucede en la vigilia, uno a veces se olvida del mágico mundo de los sueños. Quizás los sueños chilenos traigan algo nuevo y diferente que los sueños colombianos; ya sea en su forma, aspecto, narrativa, locura. Ese día, sin embargo, no soñé. Apenas desperté le eché una ojeada a la biblioteca de Delia, me puse a leer algunas páginas de Kafka. Seguramente nunca conoceré el lugar de nacimiento de ese escritor, pero bien podía probar a qué sabía su lectura en la tierra de N

De los viajes y la casa

El que tenga una canción tendrá tormenta El que tenga compañía, soledad. El que siga un buen camino tendrá sillas Peligrosas que lo inviten a parar. Silvio Rodríguez Siempre, siempre tantos sentimientos opuestos en lo profundo; tanta ambivalencia respirando en la superficie. Un ser diurno que duerme con uno nocturno. En términos generales el dilema es único, ser o no ser; especificando, el dilema es múltiple (Michel Tournier selecciona 100, solo por redondear): ser noche o día, ser odio o amor, ser gato o perro, ser agua o vino. ¿Ser casa o equipaje? Desde hace no poco tiempo tengo ese dilema, viajar o no viajar. Quizás en el fondo no hay dilema, uno es de un tipo, pero se enamora del tipo opuesto. Así por ejemplo, considero que soy del tipo de estar en casa, sin embargo, me enamoran los viajes. Uno es algo y se enamora de otra cosa, como anhelando esa mitad perdida que lo haga uno con el universo. Me recuerdo de niño, en la finca de Los Cedros, viviendo con mis papá

Carta 4

Fragmento Cartas a un joven poeta "Por ser usted tan joven, estimado señor, y por hallarse tan lejos aún de todo comienzo, yo querría rogarle, como mejor sepa hacerlo, que tenga paciencia frente a todo cuanto en su corazón no esté todavía resuelto. Y procure encariñarse con las preguntas mismas, como si fuesen habitaciones cerradas o libros escritos en un idioma muy extraño. No busque de momento las respuestas que necesita. No le pueden ser dadas, porque usted no sabría vivirlas aún -y se trata precisamente de vivirlo todo. Viva usted ahora sus preguntas. Tal vez, sin advertirlo siquiera, llegue así a internarse poco a poco en la respuesta anhelada y, en algún día lejano, se encuentre con que ya la está viviendo también. Quizás lleve usted en sí la facultad de crear y de plasmar, que es un modo de vivir privilegiadamente feliz y puro. Edúquese a sí mismo para esto, pero acoja cuanto venga luego, con suma confianza. Y siempre que ello proceda de su propia voluntad o de algún h

Weeping

Where is this fear coming from? Could it be from the South, from the North, from myself? Deep down, I can grasp an answer, and it all is because of changing. Yes, there is a fear of changing my world, myself. To lose what I have, for what it is in the air, coming swift. I can't foretell my fate. And this cause me some fear. But again, deep down, I feel that some clear joy is coming. Still, I think that this fear is different from before. It's something new that accompany my new self. Yesterday I read a little about the bible in order to try to discover in which time I am, because there is a time for everything. And I think that in this precise moment there is a time to fear. Of course, this is also a time for happines. But man, why are you weeping? Felipo Zaná

Un techo desconocido, la bestia

He llegado otra vez a los dormitorios solitarios, a almorzar en los restaurantes comida fría, y otra vez tiro al suelo los pantalones y las camisas, no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie en las paredes.  Pablo Neruda, T ango del viudo Me he movido entre el frío estos últimos días. Bogotá y Tunja. De la capital puedo decir que es una ciudad grande, gris, caótica, elegante y deliciosamente fría. Hay mucho por conocer. Los primeros días estuve muy entusiasmado por ello, pero poco a poco los trancones de la ciudad, las distancias, los tumultos en el Transmilenio y la soledad fueron aplacando esos bríos tempraneros.  He dormido bajo techos desconocidos. Lo cual resulta un poco terrorífico al despertar, sencillamente porque uno se llena de nostalgia. Cuando uno se acuesta, cuando uno se levanta y ve el techo desconocido, es cuando la soledad más aqueja. Es difícil el primer día, el segundo, el tercero… no sé e

Vieja botella de vino

Llegué a la terminal de transporte de Medellín con mi papá. Esperamos un rato. A los minutos llegó mi primo J., acompañado de mi tía LD y su esposo F. No pudimos comprar tiquetes para viajar inmediatamente, sino que tuvimos que esperar una hora. Y en esa hora de espera, vigilante de las maletas, me dejé llevar por el pasado. Lo primero que se me vino a la mente fue la despedida que esa mañana había tenido con mi mamá. Salí con ella muy temprano de la casa; ella iba para el trabajo, yo, a tirar la basura. Como tenía prisa para no llegar tarde, tomó la delantera y se despidió con un: "Mucha suerte. Te quiero mucho". La vi alejarse, y se me embargó el corazón de tristeza. Es tan triste ver la espalda de alguien mientras se aleja, pero quizás es menos triste que ver el frente. Los seres humanos caminamos hacia adelante (no somos cangrejos), así que en casos normales veríamos la parte trasera cuando alguien se aleja; parece que todo fue cuidadosamente diseñado por el crea

Diario de viaje - Día 6 - Viña del mar

Imagen
Ese día decidimos visitar Viña del Mar, ciudad hermana de Valparaíso. Sin embargo, esa hermandad pareciera no notarse, pues son ciudades tan diferentes como gota de agua y aceite. Son vecinas, una junto al lado de la otra. La cercanía es casi similar a la que existe por ejemplo entre Medellín y Bello. Pero pasa algo. No encuentro diferencias importantes cuando de Medellín paso a Bello o viceversa. Por el contrario, al pasar de Valparaíso a Viña del Mar, es como llegar a un nuevo lugar a millas de distancia.  Sobre cuál ciudad era mejor (si es que aplica esa comparación) teníamos dos versiones diferentes. En casa de Juan José nos habían dicho: “Tienes que conocer Valparaíso, es lindísimo. Si hay poco tiempo, Viña del Mar se puede omitir”. La contraparte fue abanderada por dos chicas que conocimos en el bus de Isla Negra: “Es mejor Viña del Mar que Valparaíso mil veces. Valparaíso es fome, solo tiene unas casitas pintadas y ya. En cambio las playas de Viña del Mar son geniales”.